Nos seguimos comiendo el mundo y nos quedamos tan pichi (Foto: Reidy68/Pixabay)

Se viene la ley europea de Materias Primas Críticas

Guadalupe Rodríguez
8 min readNov 18, 2022

Qué significa, qué se puede hacer.

Durante el Debate sobre el Estado de la Unión Europea el 14 de septiembre 2022 (i) la Presidenta de la Comisión Europea, Ursula von Der Leyen, anunció planes de elaborar una Ley de Materias Primas Críticas (CRM Act). Enmarcan esta necesidad en la urgencia de llevar a cabo una transición energética y de alcanzar la “neutralidad” con respecto al carbono.

Unos días más tarde, Durante el Consejo de Competitividad COMPET (ii), especialmente Alemania y Francia (iii), presentaron conjuntamente la voluntad de impulsar dicha propuesta, proponiendo su asentamiento sobre tres bases: fortalecer la gestión de las crisis y las alertas tempranas; evaluar los instrumentos de financiación existentes y garantizar un marco de mercado “justo y sostenible”. Muy difícil de sostener, habida cuenta la historia y el presente de Europa cuya riqueza y privilegios se sustenta sobre la sangre de otros pueblos, aunque tal mención pueda levantar muchas ampollas.

La transición “verde” y digital que mueve a la industria de la UE se ha topado con dos problemas grandes que no se terminan de tematizar convenientemente en los espacios de poder. Por un lado, el abastecimiento, el suministro de las cantidades necesarias de materias primas metálicas y minerales no está en absoluto garantizado como pretenden hacer ver (y quisieran). Por otro, la transición verde no es tan verde como la pintan, al depender de una actividad tan altamente destructiva del medio ambiente e involucrada en severas violaciones de derechos humanos alrededor del mundo como es la minería industrial a gran escala.

Según un estudio prospectivo de la Comisión Europea (iv), en la actualidad, la Unión Europea únicamente produce el 1% de las materias primas necesarias para la energía eólica, menos del 1% de las materias primas necesarias tanto para baterías de litio como para las pilas de combustible, solo produciría el 2% de los materiales para la robótica y sólo el 1% de los destinados a paneles fotovoltaicos de silicio. Constantemente se nos recuerda que el 52% de los productos para la transición energética y digital se importan de la República Popular China, lo que incluye un 98% de las tierras raras. Otros muchos países abastecen también a la UE de materias primas, como Turquía con el 98% del borato, Sudáfrica 71% del platino, el 92% de iridio, el 80% de rodio y el 93% del rutenio. De todos estos y otros países seguirá dependiendo Europa mucho tiempo. Nótese al mismo tiempo la situación de los derechos humanos y del medio ambiente en los países mencionados.

El crecimiento exponencial de la demanda no se corresponde necesariamente con las materias primas que estarán disponibles. Distintas fuentes establecen necesidades que elevan 18 veces más uso de litio y 5 veces más de cobalto en 2030; y casi 60 veces más litio y 15 veces más cobalto en 2050, en comparación con el suministro actual del conjunto de la Unión Europea para cubrir la demanda que supondrá la fabricación de baterías para vehículos eléctricos y para almacenamiento de energía.

Por su parte, la industria minera y de baterías pretende presentarse con la bandera de “reconciliar las consideraciones ambientales con las necesidades de competitividad” y expresan públicamente su miedo de que la transición se relentice, aprovechando cada oportunidad para hacer lobbyv y para acelerar el proceso.

Como se ve, el tema de las materias primas críticas está cada vez más presente en estrategias, políticas, informes y debates, debido a la urgencia de la UE de contar con una autonomía estratégica en lo que se refiere a las mismas. La ley de materias primas críticas que se está proponiendo es la culminación de un largo proceso que comenzó en 2008 con la primera presentación de la entonces llamada Estrategia de Materias Primas de la Unión Europea vi. El texto informativo de la consulta abierta actualmente, especifica que su mención a las materias primas críticas en ese contexto puede extenderse a otras materias primas estratégicas que no están incluidas en la lista. Y al respecto menciona específicamente el cobre y no me quedan dudas de que se refiere también a otras, como el níquel.

Antecedentes

El hecho de que la Unión Europea trabaja en su estrategia de materias primas desde 2008 lo menciono sólo para destacar que, si bien la pandemia aún reciente y la guerra rusa en Ucrania parecen estar jugando un papel relevante el avance desorbitado y forman una parte importante de la contundencia que ha adquirido este tema en los últimos años, estos hechos aunque relevantes, no son los auténticos impulsores del proceso. El plan viene siendo cuidadosamente desarrollado e implementado, cumpliendo casi estrictamente con todos los pasos marcados desde aquél primer momento.

No me voy a ir tan atrás, sino sólo remontarme a los acontecimientos recientes.

La actualización de otra estrategia, la estrategia industrial europea se presentó justo un día antes de que la Organización Mundial de la Salud OMS declarara la pandemia de COVID-19. Entre otras muchas medidas, otorgaba importancia específica a las materias primas críticas. Una posterior reactualización incidía además en “las enseñanzas a extraer” de dicha crisis sanitaria, enfocando en la interrupción de las cadenas de suministro globales que se vivió durante y tras la pandemia. Se sumaron los obstáculos a la libre circulación de bienes por ejemplo por cierre de frontras, que a su vez provocó perturbaciones en la demanda. Esto es lo que se menciona en las versiones oficiales. A lo que podemos añadir la elevada corrupción debida a intereses particulares, sabidamente en relaciones con las esferas de poder con lo que se interrelaciona que la priorización de medidas políticas y decisiones que se fueron tomando estuvo en no pocas ocasiones alejada de las necesidades reales de la sociedad.

El 15 de septiembre 2022, el Parlamento Europeo aprobó un informe sobre la adecuación del gasto a las políticas, para la aplicación de la nueva estrategia industrial Europea. Este informe menciona el Pacto Verde Europeo, la economía circular, la neutralidad climática, la competitividad, sin olvidar la recuperación. Menciona además, la minería y las materias primas como cruciales para lograr la autonomía estratégica.

Autonomía y seguridad

Dicha autonomía hace mención a la urgencia promulgada de profundizar la explotación minera en el territorio europeo para acceder a materias primas de una manera más directa. Esto tiene bajo mi punto de vista bastante de fantasía y sirve mucho para justificar al modo de “lo estamos intentando solucionar en casa” el conocido asalto de Europa sobre otros territorios por fuera de sus fronteras y confines. A este se suma otro concepto, el de la “seguridad” con la que han de contar la economía y la industria europeas en su propio interés. No se debe perder de vista que la expansión económica de Europa gracias al mercado común del carbón y el acero está entre los principios fundacionales de la Unión Europea, junto a la política exterior que debía velar por los intercambios internacionales y la seguridad comúnvii. Un tercer concepto clave que me da la impresión de haber quedado un poco relegado en la narrativa oficial es el de la competitividad, la necesidad de Europa de competir en el mundo. Parece no ser ya tan instrumental, una vez que la guerra y la pandemia proporcionan las excusas perfectas para una narrativa que acompaña la profundización del modelo.

Un informe de octubre 2021 sobre una estrategia que asigna una importancia central a las materias primas fundamentales, ahora llamadas críticas, introduce algunos aspectos a considerar como son normas “medioambientales y sociales estrictas”, el aumento significativo de la demanda, las tecnologíasclave que requieren de materias primas fundamentales. Menciona también los derechos humanos “habida cuenta también de la escasez natural de minerales”. El de los derechos humanos es un aspecto no tan habitual como debería en este tipo de informes y en el diseño de estas políticas, por increíble que nos parezca a las defensoras de derechos humanos. El mismo informe deja también espacio para introducir que «son muy pocos los ejemplos de exportaciones de materias primas en los países en desarrollo que impulsen un desarrollo económico y social sostenible que reporte beneficios a amplios sectores de la población. Por el contrario, la situación suele conllevar explotación social y contaminación del medio ambiente y, en general, solo unos pocos se benefician de ella». A lo que conducen estas consideraciones es a pretender convertir los mercados mundiales de mercancías en “más transparentes, eficaces y predecibles”, y a apuntar a fuentes “sostenibles” de materias primas.

¿Sostenible…?

Nunca me cansaré de insistir en que la sosteniblidad en minería es sin embargo un tema muy peliagudo, que comienza a pie de mina con consideraciones sobre las actividades mineras, que exponen a sus trabajadores a peligros muy variables según país y yacimiento, pero que en general implican peligros sobradamente demostrados, además de para el medio ambiente, para sus explotados trabajadores. Sigue la destrucción física del medio, que incluye la contaminación de tierra, agua, aire y seres vivos. Otro aspecto controvertido cuando hablamos de sostenibilidad es la cantidad ingente de energía que consume, especialmente la extracción, pero también el procesamiento, transporte y hasta la manufactura.

Aunque no es la perspectiva dominante, la propia Agencia Europea de Medio Ambiente afirma que el crecimiento económico se relaciona estrechamente con el aumento de la producción, el consumo y la utilización de los recursos, y los efectos sobre la naturaleza, el clima y la salud humana son negativos. Sugiere que “es improbable que el crecimiento económico pueda disociarse completamente de su impacto medioambiental”.

En la UE se habla también mucho de reciclaje y economía circular, pero también se reconoce en diferentes puntos de la estrategia general que sin una política específica y sobre todo sin suficientes materias primas en circulación y con los procedimientos, infraestructuras y tecnologías necesarias para implementar ambas, será imposible implementar estos enfoques. Y el motivo de fondo se encuntra sin embargo en otro punto importante al que no ponen atención quienes reivindican la economía circular: no hay materias primas circulando que proporcionen la base material a las necesidades de la transición energética, la digitalización y en general de otros ámbitos de la economía. Sería muy especialmente el cambio del comportamiento con respecto al consumo lo que podría reducir la demanda de materias primas fundamentales. Una perspectiva cada vez más conocida en torno a la idea del decrecimiento. Aunque un cambio cultural no parece factible en la sociedad actual si las políticas y facilidades técnicas no lo acompañan y la educación que se imparte apunta en sentido contrario. Queda esperar un cambio revolucionario y la lucha por la justicia social y climática desde abajo. Tal y como vamos, desde luego que de “arriba” no va a venir.

Qué hacer

A la vista de que la Unión Europea está impulsando su acción externa con una ola de neocolonialismo extractivista, una opción participativa es responder a la consulta abierta desde cualquier parte del mundo que se consideren afectados por estas políticas (¡quedan pocos días!).

En la página web de Salva la Selva hemos puesto una pequeña instrucción sobre cómo hacerlo.

Notas:

i El 14 de septiembre 2022

ii El 29 de septiembre 2022

iii https://www.euractiv.com/section/economy-jobs/news/france-and-germany-outline-priorities-for-upcoming-eu-raw-materials-act/

iv https://ec.europa.eu/info/strategy/strategic-planning/strategic-foresight_es

v https://eurometaux.eu/media/ejonh0j2/joint-industry-paper_future-batteries-regulation_january-2022_final.pdf

vi Que aunque sí reconocía la urgencia crítica, la dependencia crítica o el acceso crítico, no hacía tanta mención como ahora a las materias primas mismas como críticas. Entonces eran sino que incidía en las materias primas “no energéticas”, principalmente los metales.

vii Ver el Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea, en https://eur-lex.europa.eu/ES/legal-content/summary/treaty-on-the-functioning-of-the-european-union.html

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Guadalupe Rodríguez
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Written by Guadalupe Rodríguez

Solidaridad con la resistencia y análisis de políticas que impulsan el extractivismo en sus diversas formas. Mirando al Sur. Salva la Selva. Red YLNM.

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